La Medicina Homeopática se basa en estimular la capacidad reactiva de nuestro organismo con pequeñas dosis de medicamento homeopático (llamadas infinitesimales). Esta estimulación provoca una reacción curativa que ayuda a mejorar la enfermedad que queramos tratar.

Se basa en el llamado principio de similitud que dice que lo que provoca una enfermedad a dosis normales en dilución homeopática es capaz de curarla. Es muy útil para el tratamiento de procesos crónicos de repetición, sobre todo en niños, como pueden ser las otitis serosas, alergias, asma, eccemas y alteraciones del sueño.

En adultos se utiliza a menudo para el tratamiento de las migrañas, alergias, ansiedad, depresión, etc.