Cómo comer saludable durante las vacaciones

Comer bien & Disfrutar de la diversión

Comer bien es fundamental para nuestra salud y bienestar, pero ¿qué pasa cuando estamos de viaje, vamos a restaurantes o nos dejamos llevar por las tentaciones gastronómicas? ¿Tenemos que renunciar al gusto y a la diversión? ¿Tenemos que sentirnos culpables o compensar después? Pues no, en absoluto.

En este artículo te explicaré algunos consejos prácticos para mantener una alimentación saludable, flexible y variada sin dejar de disfrutar de los placeres de la mesa. Antes de empezar, quiero dejar claro que mi enfoque no se basa en un objetivo de peso ni en la cultura de las dietas, sino en el bienestar integral de las personas. Por eso no hablaré de compensar, sino de resolver; no hablaré de restricciones, sino de flexibilidad; no hablaré de normas, sino de responsabilidad y compromiso. Porque creo que comer saludable es una forma de autoconocimiento y autoestima que nos permite disfrutar más y mejor de la vida.

Principios básicos

¿Pero que es comer saludable? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación saludable es aquella que proporciona todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Esto implica seguir unos principios básicos, como son:

  • Consumir alimentos variados y en las cantidades adecuadas para cada persona.
  • Priorizar los alimentos frescos y naturales frente a los procesados y refinados.
  • Incluir alimentos de los diferentes grupos pero respetando las preferencias individuales: legumbres, frutas, verduras, lácteos, cereales, carne, pescado, huevos y frutos secos…
  • Moderar el consumo de grasas de mala calidad y refinadas, azúcares añadidos y sal.
  • Beber suficiente agua y limitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
  • bebidas azucaradas
  • Adaptar la alimentación a las necesidades específicas de cada persona según la edad, el sexo, la actividad física, el estado de salud y los objetivos personales.

Beneficios

Menjar saludable tiene muchos beneficios para nuestra salud física, mental y emocional.mental y emocional. Algunos de los más importantes son:

  • Prevenir el sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo para muchas enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer.
  • Mejorar el funcionamiento del sistema digestivo, inmunitario y nervioso.
  • Regular los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial en sangre.
  • Mejorar el estado de ánimo, la memoria y la concentración.
  • Aumenta la autoestim,a la confianza y la satisfacción personal

Errores y consejos prácticos

Pero comer saludable no siempre es fácil. Hay muchos factores que pueden dificultarnos seguir una buena alimentación. Uno de ellos es el contexto de las vacaciones. Cuando estamos fuera de nuestra rutina habitual, los horarios de las comidas se desordenan, las opciones alimentarias son más limitadas o menos saludables, nos dejamos llevar por los antojos o por la influencia de los demás… Todo esto puede llevarnos a comer en exceso o elegir alimentos poco nutritivos o ricos en calorías vacías.

Para evitar caer en estos errores y mantener una alimentación Para mantener una alimentación saludable durante las vacaciones podemos seguir una serie de consejos prácticos, como son:

  • Planificar las comidas con anticipación. Si sabemos a dónde iremos o qué haremos cada día, podemos anticipar qué alimentos necesitaremos o dónde podremos comprarlos o consumirlos. De esta manera evitaremos improvisar o recurrir a soluciones poco saludables como la comida rápida o los snacks industriales.
  • Elegir el menú con criterio. Cuando vamos a un restaurante, podemos optar por platos completos que incluyan carbohidratos (pan, pasta, arroz…), verduras (ensalada, verdura cocida…) y proteínas (carne magra, pescado blanco o azul…). También podemos compartir los platos con otras personas para moderar las cantidades o pedir que nos envuelvan parte de la comida para llevar, si es demasiado abundante.
  • Aprender a preparar picnics o bocadillos saludables. Si pasamos el día fuera, podemos llevar la comida preparada de casa. Podemos preparar sándwiches integrales con queso fresco, jamón cocido o tortilla; ensaladas variadas con arroz, pasta o legumbres; frutas cortadas o enteras; frutos secos tostados o naturales; yogures desnatados o bebidas vegetales; agua o infusiones frías…
  • Consumir fruta y agua suficiente. La fruta es un alimento ideal para consumir entre comidas o como postre. Nos aporta vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra; nos hidrata; nos refresca; nos alivia la sensación de calor; nos ayuda a regular el hambre… El agua también es imprescindible para mantenernos hidratados y evitar los efectos negativos del sol y las altas temperaturas. Debemos evitar las bebidas alcohólicas o azucaradas que nos deshidratan y aportan calorías vacías.

Conclusión

En conclusión: comida saludable en el contexto de las vacaciones es posible y beneficiosa si seguimos unas pautas sencillas y nos adaptamos a las circunstancias. No se trata de privarnos del gusto ni de la diversión, sino de encontrar el equilibrio entre el placer y la salud. Así podremos gozar más de nuestros viajes sin renunciar a nuestro bienestar.

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Anna Gispert D-N col nºCAT00712

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